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Un hotel boutique de lujo con excelente diseño
06/2016
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De la exclusiva Autograph Collection del grupo Marriott, Cotton House es un hotel de cálido diseño ubicado en el centro de Barcelona que gustará a los viajeros más exigentes. A mí me ha conquistado.

Gracias a la Semana de las Terrazas que tiene lugar hasta este domingo 12 de junio, he descubierto este hotel Cotton House que lleva algo más de un año abierto en Barcelona y creo que, sin duda, reúne atractivos suficientes para aparecer en nuestra guía. Tal vez lo hayáis descubierto, como yo, gracias a esta lúdica iniciativa del Gremi d’Hotelers, pues el Cotton House participa con propuestas como un taller de coctelería en su agradable terraza urbana con gran profusión de verde y de plantas que se me antoja como un auténtico oasis donde desconectar de la rutina y del asfalto.

Lógicamente, sirven buenos cocktails y también se puede comer al aire libre, pues esta fantástica terraza de Cotton House es la continuidad de su lounge-restaurante. Bajo el nombre de Batuar, presenta una carta de cocina mediterránea con base a buen producto con un extra importante: servicio ininterrumpido desde las 7 h de la mañana hasta la medianoche. Un ejemplo de cómo en Cotton House se esfuerzan en dar un buen servicio y proporcionar una velada lo más agradable posible a sus huéspedes y visitantes, pensando en sus necesidades. 

Así, ya no importan los retrasos en los vuelos o los horarios extraños que uno hace cuando ejerce de turista; aquí siempre podrás cargar las pilas con un buen manjar o un buen cocktail de autor y, además, en una ambientación elegante a la par que acogedora de ecos coloniales realizada con gusto. Por algo el hotel lleva el sello del estudio de Lázaro Rosa-Violán y, para mi gusto, este es uno de sus mejores trabajos, que ya es decir.

El edificio histórico que lo alberga contribuye a ello. Del siglo XIX, durante años fue la sede de la Fundación Textil Algodonera y ahora, bajo el proyecto de Rosa-Violán, luce más opulento que nunca, conjuntando elementos originales con su toque personal. Por ejemplo,  la famosa escalera de caracol, que ha servido de set de fotos por su espectacularidad. También la majestuosa escalinata de mármol, los parqués y las boiseries que decoran suelos, techos y paredes le confieren un aire especial y le otorgan elegancia y calidez. Como veis, es un hotel que destaca por su diseño, tanto en sus ochenta habitaciones, como en las zonas comunes, con una biblioteca que ya me gustaría a mí tener en casa.