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Cotton House Barcelona, para dormir entre algodones y comer un gran arroz
03/2015
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En pleno ensanche barcelonés, junto al emblemático Hotel Palace, fachada con fachada, acaba de abrir hace apenas un mes un nuevo hotel boutique con muchísimo encanto. Bajo la dirección de Lazaro Rosa Violán se ha transformado un edificio neoclásico de finales del XIX en un hotel elegante y diferente que respira estilo y charme. Un excepcional trabajo casi artesanal que ha conseguido recuperar los frescos de los techos, artesonados de madera, mármoles y suelos originales que dan brillo a las estancias comunes como la biblioteca, la camisería y sus cinco suites. Una escalera casi imposible cuelga sin apoyos del tejado en un escorzo inverosímil que desciende hasta posarse suavemente en el suelo. 
La experiencia del hotel se cuela en las habitaciones, en sus toallas, albornoces y sobre todo en sus sábanas, de una calidad sobresaliente, diferentes, suaves, que envuelven y acarician amablemente el cuerpo.
Guisantes con trufa negraGuisantes con trufa negra
Una amplísima terraza junto al cocktail bar, donde se beben cócteles y se toman buenas raciones: ricas cocas y estupendos embutidos catalanes con pan de cristal o pa amb tomaquet. Destacar las croquetas, todas muy originales. Las de calabaza y pipas de girasol, crujientes, o las de gambas y algas de fuerte sabor a mar, y unas especiales de faisán y trufa, intensas y potentes.
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En el restaurante Batuar, la máquina con la que limpiaban el algodón es de apariencia burguesa que de algún modo nos retrotrae a las estancias originales de sus primeros dueños. Vajillas de loza que descansan en unas elegantes alacenas y muestras de tejidos de algodón en sencillas estanterías blancas acristaladas que llegan al techo.
Arroz meloso con chipirones crujientesArroz meloso con chipirones crujientes
Stefan Winter, su chef, formado en alguno de los mejores restaurantes de tres estrellas vascos, es un cocinero inquieto que experimenta en búsqueda de nuevos platos, sabores y texturas, tratando de darle una vuelta a los conceptos para sorprender con recetas originales. Tuvimos la oportunidad de disfrutar de unos delicados guisantes en su punto, bien cocidos y perfumados con un punto de trufa negra. Un canelón de rabo de toro con cigalas, un plato que brilla con la mezcla de mar y tierra, y se enriquece con la incorporación del marisco y la rica, tierna y sabrosa carne de rabo de toro. No exagero si digo que el arroz meloso de chipirones y crujiente de tinta que probé aquí es uno de los mejores que he probado en los últimos tiempos. Un punto de cremosidad sorprendente, meloso, untuoso, pero con el grano de arroz perfectamente cocido y el crujiente del chipirón que aporta texturas diferentes y muy interesantes en la boca.
Meloso de corderoMeloso de cordero
De hecho, la razón principal de que su chef Stefan esté al frente de los fogones del hotel no es otra que una relación de amor pasional que el director de Cotton House sentía por sus arroces.
Buenísimo el meloso de cordero, cerezas y puré de chirivía, suave, delicado, rico y de grandísimo sabor. Y para finalizar un ‘pecaminoso’ fiebre del oro y chocolate, no apto para amantes del chocolate, porque probablemente no podrá comer solo uno…